El capitalismo tóxico actual es el capitalismo en estado puro, en el que se impone por todas partes la tendencia a una explotación creciente, desde la economía estadounidense, donde la celebrada «nueva economía» ya murió, a la del emergente gigante chino. La presente crisis de la mundialización desequilibrada que lo caracteriza es una crisis sistémica, para la que no encuentran salida ni las ingentes ayudas a la banca ni el sueño de un «neofordismo» imposible. Sin embargo, el capitalismo no se hundirá solo...