«El acrónimo PIIGS se ha hecho famoso: incluye a los países cuya situación se ha agravado más en la zona euro: Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España. Con el avance de la crisis de la deuda pública, en algunos de ellos –Grecia a la cabeza– la salida del euro ya no es un tabú. Fácil profecía: volviendo a la moneda nacional, el país moriría en un instante por la devaluación inconcebible de todas sus actividades. Pero ¿y si esto no sucediese sólo en un país? ¿Qué ocurriría si fueran cinco o seis los que “negociaran” la salida conjunta del euro y la creación de una nueva moneda común?
Es la hipótesis sugerida en el libro, que toma como ejemplo el ALBA (la unión de los países latinoamericanos que ha dado lugar a un mercado común, eficaz y mutuamente beneficioso)».